Seleccionada como una de las doce “Top Strategic Technology Trends for 2022” por Gartner, la hiperautomatización parece estar llamada a ser una de las principales tecnologías de este año. La misma consultora proyecta una inversión de US$596.000 millones solo para este periodo.
Por su parte, IDC predice que para 2024, el 30% de las 2000 principales empresas del mundo aprovecharán las iniciativas de automatización posteriores a la pandemia para impulsar la inteligencia colectiva.
La aceleración de la transformación digital parece haber activado a fondo la máxima “que todo lo que se pueda automatizar sea automatizado”.
Tecnologías y oportunidades
El avance de la industria 4.0. La exigencia de ser más eficientes en un entorno incierto La necesidad de mantener el negocio en funcionamiento independientemente de la expansión del trabajo remoto o de las limitaciones a la circulación. Éstos fueron algunos de los motores que pusieron a la hiperautomatización en el centro del escenario.
La incorporación de inteligencia artificial, aprendizaje automático, herramientas analíticas y la integración con otras tecnologías como Internet de las Cosas sacó a la automatización tradicional del ámbito exclusivo de los procesos simples y repetitivos y amplió las posibilidades hacia procesos complejos, que requieren un importante nivel de toma de decisión.
Mientras tanto, las herramientas de bajo código o no código democratizaron el acceso a la automatización. Éstas dan poder a los usuarios de negocios de crear las que hagan falta para sus tareas específicas.
Para lograr el éxito, es fundamental tener en claro, en primer lugar, qué se aportará para potenciar la oferta de valor en sí. En segundo lugar, el valor para cambiar y mejorar la relación con los clientes. Y, finalmente, para brindar mayor valor y hacer más eficientes los procesos y las redes. La cuestión, además, es que se puede realizar de manera integrada.
El camino a seguir
La ruta hacia la hiperautomatización implica un tránsito. No se trata de un botón que se enciende ni se un software que se implementa de una sola vez. Sino, sobre todo, de un journey que debe tener mirada estratégica y acompañamiento de toda la organización, en especial en la etapa de discovery. Aquí es donde se descubren todas las oportunidades de automatización posibles.
Luego siguen build -momento en que las ideas surgidas en el discovery se convierten en acciones concretas-, manage -gestión eficiente de la automatización para que alcance escala empresarial-, run -cuando los bots se ponen a funcionar para el beneficio del negocio- y engage -cuando se establecen fuerzas de trabajo digitales que combinan el talento humano con la capacidad de la automatización-.
Es un ciclo de mejora continua, donde siempre pueden aparecer nuevas oportunidades. O donde, si se cambia la forma de hacer las cosas o se lanza un producto, un servicio o una unidad de negocios, habrá que ver cómo reutilizar las automatizaciones en el nuevo escenario o cómo crear otras que se integren al panorama existente.
Los resultados, a la vista
Los beneficios de la hiperautomatización se miden desde diferentes ángulos: eficiencia en los procesos, productividad, disminución de costos, velocidad y precisión en la toma de decisiones…
Pero resulta particularmente interesante esta métrica que propone Gartner: las organizaciones más preparadas en cuanto a la automatización, y que cuentan con un equipo TI con conocimiento sólido sobre las necesidades de sus clientes, para 2024 superarán en un 20% las métricas de experiencia del cliente de sus competidores.
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