Una mirada de extremo a extremo
La automatización es un término más que tentador para las empresas que están embarcadas en proyectos de transformación digital. Al implementarla, las compañías obtienen más productividad, un mejor aprovechamiento del capital humano, una tasa mínima de errores y una eficiencia sin precedentes. Sin embargo, usualmente se incurre en el desarrollo de proyectos aislados, sin una estrategia integrada, lo que produce resultados alejados de las necesidades del negocio. El concepto de “hiperautomatización” avanza unos cuantos pasos por delante.
La hiperautomatizacion abarca una mirada de extremo a extremo, un desafío de escala que integra a todos los sectores de una organización. Propone combinar diferentes herramientas, desde la mencionada RPA hasta inteligencia artificial y machine learning, pasando por soluciones de discovery y de minería de procesos, propuestas low-code para bajar la dependencia de las áreas de IT, motores de reglas de negocios o plataformas inteligentes de BPM (business process management, gestión de procesos de negocios).
En general, se apela a automatizar procesos rutinarios a través de RPA. Si bien los beneficios se ven de manera inmediata, son escasos los procesos que pueden automatizarse de manera “pura” con este concepto tecnológico. En general, los procesos no se caracterizan por ser simples, rutinarios, repetitivos y estables, sino que suelen tener diversos puntos de complejidad y necesitar, en la enorme mayoría de los casos, una toma de decisiones inteligente. Ahí es donde la hiperautomatizacion entra en juego, pero ¿cómo se aplica?
Hacia la hiperautomatización en tres pasos
Todo el conjunto de tecnologías que combina la hiperautomizatización, puede ser habilitado por DigitalOps. La consultora Gartner define este concepto como el marco de procesos para la transformación digital que proporciona la orquestación de sistemas y otros recursos y permite simplificar, medir y administrar los procesos a lo largo de toda la empresa.
Gartner también propone una hoja de ruta en el camino hacia la hiperautomatización en tres pasos para la etapa del planeamiento. El primero consiste en definir el resultado deseado, incluyendo un análisis detallado de optimización de costos, beneficios potenciales y disminución de riesgos. En el primer caso, entrarán en escena la disminución de errores, los aumentos de eficiencia y la aceleración en términos de productividad.
En términos de beneficios potenciales, se puede evaluar de qué manera la automatización colaborará en introducir nuevos servicios o en alcanzar nuevos segmentos de clientes. Por otra parte, se debe evaluar hasta qué punto se minimizan riesgos de incumplimiento de regulaciones vigentes a partir del rediseño de procesos ineficientes.
El segundo paso consiste en la optimización de los procesos. La automatización de un proceso malo solo ayuda a empeorarlo. Es esencial estructurarlos, generar una nueva visión de sus características y estudiar sus estructuras de datos, la delimitación de sus componentes y sus excepciones.
Por último, el tercer paso se centra en detectar qué herramientas tecnológicas contenidas en DigitalOps son las necesarias para acompañar la hiperautomatización. El plan de inversiones debe ser progresivo, de forma que los resultados de negocios se vean rápidamente y permitan estimular la siguiente ronda de inversión.
“Automatización” es un término tentador. “Hiperautomatización”, en cambio, es el camino óptimo y posible que todas las empresas pueden comenzar a recorrer ahora mismo.
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