Incrementar eficiencias, hacer uso más eficiente de los recursos (que suelen ser escasos), mejorar la experiencia del paciente, apuntalar la transparencia de las operaciones…
Los beneficios de la automatización aplicada al segmento de la salud parecen diseñados específicamente para cubrir los puntos de dolor históricos del sector. Pero no solo eso: también constituyen un verdadero círculo virtuoso.
La aceleración que tuvo la digitalización en el sector a partir de la pandemia disponibilizó datos de mejor calidad que alimentan los nuevos proyectos. Al mismo tiempo, las entidades de salud que implementan estas soluciones obtienen rápidamente resultados (porque bajan costos o mejoran la rentabilidad). Esto da como resultado la estimulación necesaria para seguir acelerando su escala dentro de la organización.
Atención oportuna
De cara a mejorar la experiencia del paciente, uno de los procesos clave que puede automatizarse es el de la distribución de las comunicaciones entrantes y su derivación a la persona más indicada para atenderlas, sea un profesional médico, un administrativo o un auxiliar.
En ese sentido, los chatbots, con inteligencia artificial, permiten una atención más eficiente. Especialmente ante las dudas más frecuentes o repetitivas, por ejemplo, si la institución hace un determinado estudio o tratamiento, si cierto estudio requiere una autorización previa, cuál es la preparación para realizarse un examen.
Todas esas interacciones se pueden resolver en segundos, sin fricción y sin desgastar a los recursos humanos de la institución de salud. Además, los chatbots atienden miles de consultas de manera simultánea y atienden de manera ininterrumpida los siete días de la semana.
Turnos sin errores ni demoras
Otra de las tareas que puede automatizarse es la entrega y ejecución de turnos. Es posible tener calendarios optimizados que eviten errores o superposiciones entre profesionales, garanticen la disponibilidad en la vacante horaria más cercana y ayuden a los propios médicos a organizar mejor sus tiempos.
Del mismo modo, pueden aplicarse herramientas similares para gestionar recursos críticos (como quirófanos o salas de terapia intensiva). Si el sistema de salud en su conjunto avanzara hacia un modelo digital, las derivaciones podrían hacerse sin demora y de manera automática.
En términos de recursos, la automatización también es útil para monitorear niveles de inventarios. Inclusive para solicitar a otros prestadores cualquier suministro cuando esté por debajo de un nivel deseado o estipulado.
Evitando el papeleo
La atención médica implica una enorme cantidad de documentos. Desde la historia clínica del paciente hasta la aprobación de las diferentes prestaciones por parte de empresas de medicina prepaga y de obras sociales, incluyendo el procesamiento de las facturas de las financiadoras…
La automatización permite un control y una trazabilidad de extremo a extremo en todos los procesos administrativos: la transparencia se vuelve absoluta.
Estas son, por supuesto, apenas algunas de las aplicaciones de la automatización en el segmento de salud. Cada institución debe hacer su propio proceso de descubrimiento para entender qué dolores la aquejan y, como corresponde al segmento, sanarlos de la mejor manera posible.
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