Los resultados que promueve la automatización dentro de la organización motivan a escalar este tipo de soluciones cada vez más y, al mismo tiempo, a explorar alternativas más inteligentes.

Ya no se trata únicamente de automatizar tareas repetitivas y rutinarias con el objetivo de disminuir costos o ganar eficiencias. Sino, que, a través del concepto de IPA (siglas en inglés por “automatización inteligente de tareas”) los bots logran cada vez más capacidad de decisión.

Según datos de Statista, el mercado tiende a crecer en un 50% en apenas tres años. De los US$20.000 millones que generó en 2021 a US$30.000 millones que se esperan para 2024. A continuación exploraremos algunas de las principales tendencias alrededor de IPA para 2022.

Casos de uso básicos

La incorporación de inteligencia a la automatización incrementa la posibilidad de casos de uso.  Tecnologías como el reconocimiento óptico de caracteres le permiten, por ejemplo, procesar facturas sin intervención de ninguna persona. Incluso aquellas que presenten alguna irregularidad o dificultad.

Del mismo modo, los modelos cognitivos y el procesamiento de lenguaje natural son esenciales. Se aplican tanto para el despliegue de chatbots conversacionales como para la lectura y la respuesta automáticas de correos electrónicos, por citar apenas algunos ejemplos.

Computer vision, por su parte, abre un enorme terreno a ser explorado. Por un lado, permite el análisis de imágenes de video para detectar patrones infrecuentes (puede aplicarse tanto a la seguridad de un edificio como al desarrollo de tratamientos médicos). Por otro, ayuda al control de calidad en una línea de producción.

Fuerza laboral mixta con IPA

Una tendencia de índole cultural relacionada con IPA es la menor resistencia a la automatización por parte de los humanos. El viejo concepto de “las máquinas vienen a quedarse con todos los puestos de trabajo” está cada vez más asentado en el pasado y se profundiza a medida que crece la automatización dentro de las organizaciones.

Es que cada vez queda más demostrado que los bots no vienen a reemplazar personas, sino a completar tareas que no estas no quieren o no pueden hacer, ya sea porque se trata de una actividad extremadamente monótona (controlar todos los tickets emitidos) o peligrosa (mover objetos pesados o maquinarias), por ejemplo.

Gracias a este nuevo mindset, las empresas están apostando a la creación de verdaderas fuerzas de trabajo que combinan humanos con máquinas.

La meta-automatización

Otro campo en que la IPA está generando mucho interés es, precisamente, el descubrimiento automático de procesos empresariales que podrían optimizarse a través de la automatización.

Parece un trabalenguas pero es un avance significativo de cara a una empresa hiperautomatizada. Graba las actividades de cada usuario a lo largo de toda la organización, analiza la documentación existente, analiza la variación de los procesos y detecta las oportunidades que generen el mejor impacto posible gracias al uso de bots.

Un estudio llevado a cabo por Opinion Research en marzo de 2020 detectó que el 70% de los tomadores de decisión de los Estados Unidos consideraba que el proceso de discovery de mejora de procesos fue esencial para el éxito posterior en la implementación de la solución propiamente dicha.

La IPA trae un desafío adicional en términos de gobernanza y gestión, ya que apalanca la hiperautomatización, atraviesa toda la organización -es decir, sus procesos y sus personas- y utiliza un ecosistema completo de sistemas y tecnologías.

Pero vale la pena: los beneficios que siempre aportó la automatización se multiplican de manera significativa cuando se les incorpora inteligencia.

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