La definición nos dice que un equipo es un “grupo de personas con habilidades complementarias y comprometidas con un objetivo en común”. Pero lo vemos en distintas disciplinas es que un buen equipo es la llave del éxito para cualquier proyecto.  Sobretodo, cuando se trata de equipos de alto rendimiento, esos en los que el resultado final está muy por encima de la suma de las partes.

En un mundo en el que se aceleran las urgencias por lanzar productos digitales de máxima calidad para cautivar a los usuarios y mantenerse competitivos, se consolida una tendencia: la de los equipos adaptativos.

La hora de las definiciones

Un equipo adaptativo se constituye con los mejores recursos disponibles en función de las necesidades de cada proyecto. Los liderazgos son fundamentales para definir y gestionar los dominios de un equipo adaptativo. 

En principio, habrá que determinar cuál es la razón de la existencia de ese equipo. ¿Se concentrará en obtener un resultado o generar un impacto específico durante un tiempo limitado? En ese caso, se tratará de un mission driven team. Si, por el contrario, deberá cumplir más de una misión a lo largo de su existencia, hablamos de un purpose driven team

Estos conceptos se ligan al de vida útil del equipo, que pueden ser momentáneos (hasta un mes, por ejemplo), de vida corta (hasta seis meses), media (hasta dos años) y larga (por encima de ese tiempo). Encontrar el balance entre cómo se constituyen las relaciones, cómo evolucionan las personas y los costos de sostener los equipos es clave para determinar este ítem. 

Cuando menos es más

El correcto dimensionamiento del equipo es otro desafío en el mundo adaptativo. El ingeniero francés Maximiliano Ringelmann descubrió  que a medida que el tamaño de un equipo aumenta, su productividad decrece, ya se por pérdida de motivación o por problemas de coordinación.

Robin Dunbar, antropólogo, determinó el número de personas más adecuado para una relación plena en un sistema: 5 para relaciones cercanas, 15 para confianza profunda, 50 para confianza mutua y 150 para el máximo grupo de personas cuyas capacidades podemos recordar.  

Jeff Bezos aportó esta frase: “si alguien no puede alimentar a su equipo de trabajo con dos pizzas, es porque es muy grande”. En el mundo adaptativo se apuesta por una visión coordinada de múltiples equipos de un tamaño menor para lograr más foco y luego alinear todo eso con un propósito más grande. 

Cognición y relaciones

Quedan aún otros dos aspectos a contemplar en la estructuración de equipos adaptativos. En el primero de los casos, la cognición, se recomienda reducir el esfuerzo en la llamada carga cognitiva intrínseca, eliminar la carga externa y maximizar la carga relacionada.

Las relaciones dentro de los equipos, es el segundo de los aspectos. es proceso que incluye formación, storming, norming y performing.

Consecuentemente, los equipos adaptativos no sólo se adaptan a lo que “pide” el proyecto: también son la llave para entregar el máximo valor agregado posible. 

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