Aumento exponencial de la demanda, aparición de clientes en diferentes partes del mundo, consolidación de modelos direct to consumer y la eliminación de intermediarios, configuración de ecosistemas en los que diversas empresas aprovechan el poder de los datos para dar mejores productos y servicios a sus clientes.

La industria del consumo masivo se está transformando a la velocidad de la luz y encuentra numerosos desafíos nuevos en el camino. Para enfrentarlos, cuenta con el apoyo de las tecnologías emergentes, en especial, con el poder que surge de combinar la automatización y la inteligencia artificial (IA).

Precisión de extremo a extremo

Una planta automatizada e inteligente es capaz de planificar la producción considerando la demanda esperada o de encontrar los mejores proveedores posibles para cada materia prima.

Esto no es sólo positivo para el negocio, que alcanza niveles de eficiencia y eficacia sin precedentes, sino que también puede ser un punto clave para la estrategia de sostenibilidad, incluyendo reducción de desperdicios, incorporación de materiales reciclables en el proceso productivo, menor gasto de energía.

Otro campo de aplicación es el de control de calidad: la IA identifica patrones y tendencias en un lote de producción, determinando si algún artículo no cumple con los estándares estipulados y evitando que lleguen al mercado.

En las industrias sensibles, como la de alimentos o la farmacéutica, la automatización y la IA son claves para garantizar la calidad y el cumplimiento de los requerimientos específicos de los productos (caducidad, cadena de frío).

De suministro a valor

Las bondades de combinar automatización e IA se extienden hacia toda la cadena de suministro. Con algoritmos de machine learning y analítica de datos es posible llevar a la optimización absoluta todo el proceso, desde el lanzamiento de las órdenes de compra de materias primas hasta la entrega de productos en casa de cliente.

La previsión de la demanda, la estimación exacta de los tiempos de producción y de entrega (incluyendo la evaluación del tráfico en las rutas o patrones meteorológicos), el análisis del inventario. Toda esa información se combina para llevar los costos de almacenamiento y transporte al mínimo y la experiencia de los clientes, al máximo. 

IA puede como fuente de ingresos

Analizando patrones históricos, tendencias de consumo y el pulso de los clientes, es capaz de predecir cuánta aceptación podría tener un nuevo producto en el mercado.

Automatización e IA en el consumo masivo: ya no se trata únicamente de automatizar procesos productivos para ganar eficiencias y reducir costos, sino de dar un verdadero salto en términos de calidad, sostenibilidad y experiencia del cliente.

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