Cada 7 de abril se celebra, por iniciativa de la OMS, el Día Mundial de la Salud: una jornada de reflexión con la intención de llevar problemáticas sanitarias a las prioridades de agenda.
En tiempos de la transformación digital disponemos, además, de una oportunidad inédita: la de propiciar mejoras significativas y sustentables que podrían mejorar la calidad de vida de millones de personas.
En efecto, se trata de una industria que tiene en las nuevas tecnologías la posibilidad de generar eficiencias, optimizar el uso de recursos -que, como bien lo saben las empresas del sector, son siempre escasos- y, fundamentalmente, generar una mejor experiencia para los pacientes.
A nivel global, la tendencia es clara. Según el HIMSS Future of Healthcare Report, el 80% de los proveedores del sistema de salud planean incrementar sus inversiones en tecnología hacia el 2027.
Automatización de lo administrativo
Los centros de salud o las visitas médicas se asocian muchas veces con largas esperas, ineficiencias burocráticas -órdenes que se hicieron aprobar pero que luego tuvieron algún problema, por ejemplo- o teléfonos que suenan sin que nadie los atienda.
De la mano de tecnologías como la automatización, todos los aspectos administrativos -sacar un turno, validar una credencial, confirmar una cobertura- pueden completarse en minutos, al tiempo que las personas que antes se encargaban de esos temas pueden ahora tomar responsabilidades de mayor valor agregado, como por ejemplo, brindar atención personalizada en los casos que así lo requieran.
Por otra parte, los chatbots pueden ser clave para atender consultas frecuentes y acelerar los tiempos de respuesta: algo fundamental considerando que cualquier persona que necesita comunicarse con un centro de salud ya está atravesando un momento difícil.
Mejor experiencia del paciente
Las perspectivas mejoran en la medida en que se incorporan nuevas tecnologías. Los registros electrónicos de salud (EHR, por sus siglas en inglés), por ejemplo, que ya están ampliamente regulados en países como Estados Unidos, permiten que cualquier profesional aceda en tiempo real a toda la información sobre un paciente, para poder brindarle la mejor atención, un diagnóstico que contemple todos sus antecedentes y un tratamiento extremadamente personalizado.
Estos EHR pueden conservar también imágenes, resultados de estudios o cualquier otro elemento que sea relevante para el perfil del paciente. Así, por ejemplo, ante un tratamiento crónico, la persona accederá a sus medicamentos en el momento oportuno sin necesidad de hacer trámites adicionales.
Y esto es apenas el principio: con inteligencia artificial y analítica avanzada, los prestadores de salud pueden incluso anticipar situaciones, reforzar las políticas de medicina preventiva y optimizar sus recursos y sus costos al tiempo que minimizan los riesgos de salud de los pacientes.
El Día Mundial de la Salud es una jornada para imaginar un mejor futuro para el sistema de salud. La transformación digital es lo que nos permite llevar esas reflexiones a la acción.
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