Existen algunas tecnologías que resultan atractivas al punto de que las empresas no pueden contenerse a la hora de implementarlas: las predicciones con inteligencia artificial, por ejemplo, o los dashboards que ofrecen de un solo pantallazo toda la información que un ejecutivo necesita para tomar decisiones asertivas entran en esta lógica.

Sin embargo, muchas veces se naufraga en medio del recorrido, casi siempre por las mismas razones: datos inconsistentes, incompletos, erróneos, provenientes de distintas fuentes que resultan estar duplicados… Peor aún, en ocasiones se llega a culminar el proyecto, pero, por las mismas razones, no entrega el resultado esperado.

Es en ese momento cuando se descubre la importancia del gobierno de datos: el trabajo previo de arquitectura y pulido que genera repositorios de calidad e integrados que permitirán, a su vez, adoptar con éxito las nuevas tecnologías disponibles para obtener el máximo valor de los datos acumulados.

Poner las cosas en orden

El modelado de datos consiste en describir las estructuras de datos, su tipo y sus relaciones, para que puedan estar vinculados e integrados para ser aprovechados, por ejemplo, por herramientas analíticas o soluciones de inteligencia de negocios. 

El gobierno de datos, por su parte, es la generación de un repositorio único, basado en un modelo único de datos, para eliminar silos de información de las aplicaciones y tener así una única fuente de la verdad. 

En este contexto, comienzan a jugar un papel muy importante dos soluciones de Microsoft: Synapse, que brinda un servicio de arquitectura para organizar y modelar los datos, y Purview, una herramienta de catálogo y una plataforma de gestión que simplifica el gobierno, la protección y el manejo de los datos, todo sobre la nube.

Los factores culturales

¿Quién se ocupa del gobierno de datos dentro de la empresa? Aquí juega una falencia cultural que las empresas latinoamericanas recién están comenzando a resolver. Históricamente hay una especie de orfandad respecto de la responsabilidad de este tema, que suele rebotar entre las áreas de IT y de Marketing, muchas veces con bajos niveles de comunicación e intercambio entre ellas.

La situación ideal sería la incorporación de un nuevo puesto, el Chief Data Officer (CDO), que sea responsable sobre el gobierno y la utilización de los datos. Sin embargo, se trata de una posición aún muy emergente en la región, presente en empresas muy grandes o muy avanzadas en términos de innovación.

Mientras tanto, resulta fundamental el apoyo del CEO o de directivos de alto rango de la organización para encaminar los proyectos de modelado y gobierno de datos.

A nadie se le ocurriría salir a conducir un automóvil con los ojos cubiertos. Del mismo modo, a ninguna empresa debería surgirle la necesidad de intentar explotar sus datos sin antes verificar en qué estado se encuentran.

¿Qué importancia dan en tu organización al modelado y al gobierno de datos? ¿Disponen de una buena calidad de datos? Para saber cómo podemos ayudarte contáctanos haciendo click aquí  y conoce más sobre nosotros en nuestras redes LinkedIn y Twitter.