Los clientes están felices con la disrupción, pero solo si esta viene acompañada de una experiencia sin fisuras.
La transformación digital ha cambiado la forma en que los sistemas se construyen, se enlazan y responden a los usuarios finales. Se ha modificado también el modo en que almacenan sus datos, los procesan y los muestran. Es un cambio que nadie dirige. Cada compañía se embarca en la aventura de lograr que aplicaciones, appliances, hardware y firmware conversen y lleguen al cliente final.
Calidad ante todo
En nuestra región se da hoy un proceso de maduración y optimización de las soluciones de aseguramiento de la calidad para nuestras arquitecturas tecnológicas tradicionales: las que sustentan nuestros sistemas core, canales, CRM, BI, etc. Y el contexto actual nos interpela con el desafío de responder rápida y efectivamente a la pregunta de cómo aseguramos la calidad de nuestra transformación digital.
Organizaciones de todos los sectores utilizan las nuevas tecnologías digitales para acelerar, cambiar y conectar de distintas maneras con sus clientes. Precisamente en entornos donde se ha hecho disrupción digital y creación de valor a partir de la tecnología, es donde la productividad ha dado saltos significativos.
En este sentido, la transformación digital implica desafíos y oportunidades en términos de testing y calidad para garantizar la performance del negocio. En efecto, el nuevo contexto incluye variables desde la complejidad técnica hasta la multitud de capas. Sin mencionar los elementos de compatibilidad o interoperatividad, incluyendo también por la necesidad de brindar al usuario final una experiencia integrada y sin fisuras.
Tendencias mundiales en QA
Todo lo expuesto reclama una reconversión de la mirada del proceso de calidad, empezando por la inversión. Algunos años el reporte de World Quality Report informó que más de un tercio (35%) de su presupuesto global de TI se asignó a la función de prueba y control de calidad.
Desde entonces, y de acuerdo a la versión 2020, la tendencia ha sido a la baja y la cifra se sitúa en sólo el 23%. ¿Debería ser esto motivo de preocupación? En su opinión, no. Como explica este resumen ejecutivo, vemos esto no como una señal de menor importancia percibida, pero como un indicador de aumento de la eficiencia y rentabilidad.
Ha habido novedades en las tendencias actuales como Agile y DevOps, automatización de pruebas, inteligencia artificial y entornos de prueba basados en la nube, entre otros. Y aunque no todas avanzan al ritmo que esperaríamos o esperamos, están optimizando los procesos y mejorando los resultados.
Además, los propios equipos de desarrollo están asumiendo una responsabilidad cada vez mayor por el control de calidad y las pruebas. Lo que aumenta la dificultad de rastrear por separado el costo real del control de calidad.
Aunque la transformación digital no es un fenómeno totalmente nuevo, presenta nuevos retos y desafíos que aún están lejos de ser asimilados por las estrategias de aseguramiento de la calidad tradicionales. Estas requieren transformarse rápidamente para responder a esta demanda.
La nube como una gran aliada
Hoy la clave está en determinar las mejores estrategias de prueba para habilitar soluciones en la calle de forma muy rápida, sin descuidar un solo atributo de calidad.
En ese contexto, las estrategias de pruebas ágiles y las herramientas de automatización y virtualización de ambientes y datos vienen jugando un rol esencial en los últimos años, pero no son suficientes.
Utilizar la nube para contar con ambientes de prueba disponibles de manera más rápida y a bajo costo es una de las tendencias actuales. Se utilizan nuevas tecnologías para generar combinaciones de datos de pruebas seguros. Se acude también a las capacidades de la computación cognitiva para encontrar mejores formas de diseñar pruebas y a la robótica para ejecutarlas. También a la inteligencia artificial para entender más rápido el origen de bugs, que se volverán cada vez más difusos, complejos y difíciles de atrapar.
Todo esto, sin despreciar las técnicas tradicionales de verificación formal de software que están siendo utilizadas para generar software a prueba de hacking, por ejemplo. Incrementar la seguridad y generar ahorros y mejoras en los procesos pasaron a ser factores claves y prioritarios de los responsables de aseguramiento de la calidad y testing.
Una Qafactory que se transforma
Dentro de Practia hemos visto, vivido e impulsado el aseguramiento de la calidad por más de 25 años. Hemos desarrollado metodologías y procesos que hoy están certificados ISO y posteriormente hemos generado sus versiones ágiles. Hemos innovado en el desarrollo de herramientas y plataformas para la detección automática de fraude dentro de códigos, la automatización de pruebas en puntos de ventas y la construcción e inclusión de robots en nuestros equipos de ejecución.
Servicios como Testing Discovery Workshop han permitido incorporar dinámicas de medición para detectar oportunidades de mejora constante dentro de las fábricas. Asi como también la implementación de fábricas desde cero. Esto ha sido percibido por las organizaciones como un servicio de alto valor ya que no solo es posible detectar hacia dónde va el proceso, sino también mantenerse vigentes, actualizadas y mejorando cada día.
Hoy desde Practia contamos con centros de calidad para favorecer el time-to-market requerido por los consumidores. También tenemos centros de delivery regionales que aseguran tarifas altamente competitivas y adaptación de metodologías a modelos ágiles o híbridos. Además de partnerships con los más altos referentes en automatización en el mundo, asegurando soluciones de alta efectividad en testing, virtualización en la nube e innovación para incorporar IA y computación cognitiva en este proceso de asegurar la calidad en las soluciones que moldearán nuestro futuro.
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