A simple vista, parecen enemigos: los segundos intentan “romper” todo lo que los primeros construyen. En efecto, mientras que los desarrolladores de software tienen la mente puesta en cómo crear una aplicación, los expertos en calidad se enfocan en cómo hacer que falle.
El responsable de las pruebas del software debe poner todo su talento y su empatía para ponerse en el lugar del usuario, pensar todos los escenarios de uso posible para la aplicación y encontrar, como sea, todos los errores que hayan sucedido durante la escritura del código. El objetivo: evitar que la aplicación funcione mal cuando ya está en producción.
Una cuestión de perspectiva
¿Por qué el desarrollador no puede ser la misma persona que prueba el software que él mismo creó? Porque si bien seguramente cuenta con las habilidades técnicas como para hacerlo, se necesita siempre la mirada y la opinión de un tercero.
Uno en ocasiones está tan sumergido en el problema que acaba de resolver que termina perdiendo de vista incluso cosas altamente evidentes. El tester no está influenciado por la aplicación y da sus propios juicios basados en su experiencia práctica de uso.
Impulsado por las metodologías ágiles y a diferencia de lo que ocurría hasta no hace mucho tiempo, cuando se dejaban las pruebas para el final del proceso de desarrollo -lo que implicaba un altísimo costo cuando las correcciones eran cuantiosas- hoy el testeo se hace a lo largo de todo el ciclo de desarrollo.
Enriqueciendo al desarrollador
La presencia de un responsable de pruebas desde el principio enriquece la tarea del desarrollador, ya que aporta comprensión y pensamiento creativo para identificar si el requerimiento de un cliente no fue bien comprendido por el desarrollador y explorar el producto a fondo no solo para encontrar y enmendar bugs, sino también para generar mejoras o incluso pensar funcionalidades diferentes.
En todos los casos, el desarrollador debe comprender que no se trata de un juicio sobre su trabajo, sino de una actividad complementaria que permite que su labor se luzca más. Por eso es fundamental que tome los reportes de los testers de manera positiva y constructiva.
Mejora continua
Incluso, una lectura amplia y ausente de sesgos de los comentarios de los expertos de prueba permite al desarrollador incorporar mecanismos y procedimientos de cara al futuro para evitar errores recurrentes o descubrir “trampas” en las que cae frecuentemente.
Por eso, la presencia de un líder capaz de construir equipo, de lograr que cada profesional comprenda cuál es su rol y su propósito dentro del proyecto y hacer trabajar a estas dos especialidades de manera colaborativa es fundamental para incrementar de manera notable las probabilidades de éxito.
Desarrolladores de software y expertos en testing: dos especialidades que se complementan para llegar, por diferentes caminos, a un objetivo en común: entregar a los clientes un software con la máxima calidad posible.
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