La automatización de procesos cobra una importancia cada vez mayor en las empresas. En la actualidad, es una pieza clave para optimizar costos en épocas de presupuestos exiguos, dedicar el talento a habilidades de mayor valor agregado o llevar la productividad a nuevos niveles.

En este escenario, la consultora Gartner viene advirtiendo desde hace algunos años que las empresas están virando hacia un esquema de hiperautomatización. De hecho, solo en 2022 se invirtieron en todo el mundo unos US$600.000 millones en software que habilita estas iniciativas de automatización a escala empresarial.

Recordemos que la hiperautomatización es un enfoque que permite a las organizaciones identificar, examinar y automatizar rápidamente tantos procesos como sea posible. Utiliza tecnologías como RPA, inteligencia artificial y plataformas de aplicaciones low code y no code.

Un nuevo líder para un nuevo contexto

Este nuevo contexto requiere de un nuevo liderazgo. En el mundo, emerge rápidamente la figura del Chief Automation Officer (CAO), que toma la responsabilidad de determinar el tipo de estrategia de automatización más adecuada para cada necesidad del negocio.

Según la consultora Forrester, “las organizaciones necesitan construir nuevas arquitecturas de automatización, crear nuevos modelos de gobierno y contratar nuevos altos directivos para hacer realidad sus ambiciones”. En este contexto, el CAO es fundamental “para escalar la automatización y convertirla en una competencia estratégica vital para impulsar la siguiente etapa de su transformación digital”.

Para eso, no solo debe tener un conocimiento profundo de los procesos de la organización y de las tecnologías disponibles, sino también un vínculo cercano con el resto del c-level para garantizar que cada nueva decisión esté perfectamente alineada con el propósito del negocio.

El propósito: poner orden

Una de las funciones más importantes del Chief Automation Officer es trazar la hoja de ruta hacia un modelo sostenible de automatización a escala. Es que luego de los resultados positivos que arrojan las primeras experiencias, las empresas suelen sucumbir a la tentación de automatizar rápido todo lo que pueden.

Así, terminan envueltas en proyectos de bajo valor agregado, superpuestos o innecesarios. La función de este nuevo ejecutivo es comprender el potencial de la automatización para impactar en el negocio. Asimismo, comunicar sus hallazgos a la alta dirección y generar compromiso a nivel de toda la organización.

El CAO debe definir el alcance de los proyectos, implementar la arquitectura y la pila tecnológica adecuadas, dirigir el equipo que se hará cargo del tema y crear los KPI (siglas en inglés por “indicadores clave de desempeño”) para medir el éxito de cada iniciativa en particular y de la estrategia en general.

La automatización tiene una enorme capacidad transformadora para las empresas. Un nuevo liderazgo de c-level responsable exclusivamente de este tema podría ayudar a extraer el máximo valor de esta tecnología.

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