La importancia y calidad que se le ha dado a los proyectos de software hacen del testing una dinámica de extrema importancia, cuando hace años atrás existía aún algunas dudas acerca de esta metodología. Hoy es considerada una de las practicas más importantes del desarrollo de software.
A continuación detallaremos cuáles son los principales principios del testing en la actualidad, cómo ha cambiado la mentalidad respecto a la ejecución de pruebas y cómo se vive la incorporación de las prácticas en los equipos de trabajo.
El desarrollo del testing por sobre el resultado
Anteriormente, el testing se focalizaba como una fase final dentro del desarrollo de los proyectos. Enfrentados a los desafíos emergentes de presupuesto, retrasos en el desarrollo y aplazamiento de la fase de pruebas entre otros, hoy es mucho el valor agregado que pueden dar los especialistas de testing desde el inicio de un proyecto y la generación de un producto. Pueden cuestionar, analizar y participar del diseño, entendiendo y aportando desde la vista del usuario final y cómo se está construyendo el producto.
Pensar en prevenir los bugs
Es importante lo que podemos hacer en las fases previas para prevenir una gran cantidad de errores y que éstos finalmente sean menos costosos para el proyecto, evitando que lleguen a la fase productiva. Si prevemos los errores, analizamos, cuestionamos y participamos en la fase del desarrollo ya no es necesario volcar los esfuerzos en la búsqueda de errores.
Es clave trabajar en los proyectos pensando en la mejor calidad y no querer testearlo para romperlo. En el presente la experiencia dicta que es mucho más efectivo trabajar en desarrollar un mejor proyecto, reduciendo la cantidad de errores y maximizando la calidad del producto.
Todo el equipo es responsable, no sólo el tester
La calidad del producto es responsabilidad del equipo de desarrollo completo, no tiene que ver sólo con el tester. Todo el equipo debería trabajar pensando en “calidad” durante la ejecución del proyecto y de forma colaborativa.
El tester colabora en todas las fases del desarrollo del producto entregando valor, apoyando en la corrección de errores y a la hora del retesteo de los mismos.
La verificación del software es una disciplina formal para extraer el máximo valor para el negocio, además de entregar la mejor experiencia a clientes finales en el menor tiempo posible.
En este sentido, utilizar testing agile permite evitar el testing-como-fase y abrazarlo como un continuo paralelo al desarrollo. Incorporar Testing Basado en Riesgo (Risk-Based-Testing) para hacer selecciones inteligentes de casos de prueba, apunta a optimizar sus capacidades para situaciones donde el time-to-market es relevante, impulsando la adopción de DevOps como guía para la modernización de los procesos de desarrollo y producción.
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