Mini reportaje a Ricardo Scattini, aquitecto de soluciones digitales de Practia.
– ¿Qué grado de interés existe en el sector privado argentino respecto del blockchain? ¿Y en el sector público?
El sector privado ya está avanzando fuertemente en la adopción de esta herramienta, tanto en industrias tradicionales como las finanzas como en otros menos pensados como el deporte.
En el país ya existen varias empresas que han montado sus servicios sobre blockchain, lo cual muestra una rápida adopción de una tecnología que se comenzó a popularizar hace relativamente poco tiempo. En Practia, estamos trabajando en varios proyectos de Blockchain. Uno de ellos, con el Club Atlas, referido a contratos inteligentes con los sponsors, luego de que implementáramos con éxito el uso de criptomonedas para transaccionar con el club. Otro de los proyectos es con la empresa Trustroupe mediante el cual se registran las recomendaciones de las aptitudes crediticias y de pago de las agencias que comercializan espacios publicitarios en internet. La blockchain es considerada hoy tan disruptiva y auspiciosa para la economía mundial como lo fue Internet en su momento. Si entonces se hablaba de «información», hoy el concepto central es el de «confianza». Y he aquí el porqué: cada bloque nuevo de la cadena se verifica por consenso de la comunidad, sin necesidad de contar con la intervención de un tercer actor que verifique la operación. Ese mediador –llámese banco o Estado– que durante siglos garantizó lo que hacemos (cobrando un peaje por ello) poco a poco deja de mirar con desconfianza a esta otrora tecnología ante la evidencia del surgimiento de un modelo transaccional más barato, rápido –hasta diez veces–, seguro y transparente que todo lo existente.
– ¿Fue el auge mediático de las bitcoins el punto de partida para que esta tecnología se diera a conocer?
A nuestro modo de ver, no fueron las criptomonedas las que dieron este empuje al blockchain sino la necesidad de las empresas por mejorar la seguridad de los procesos de negocios y ser más eficiente en esos procesos. Sus aplicaciones son múltiples, y van más allá de lo que ocurra con el bitcoin, y podrían usarse para evitar fraudes electorales o mejorar la eficiencia de la administración pública, por citar algunos ejemplos.
– ¿Cuáles son las principales barreras para su implementación efectiva?
Aún resta lograr que haya una mayor comprensión por parte de los negocios en lo que se refiere a sus beneficios. A esto se le suma la necesidad de extender la infraestructura en comunicaciones y conectividad, aspectos centrales para el funcionamiento de esta tecnología. Y por último, y no menor, de alguna manea la Blockchain puede reemplazar a los organismos que hoy auditan que lo que hoy se hace, efectivamente se está haciendo.
– ¿Hay algún aspecto negativo en uso de Blockchain?
En si el aspecto negativo está arraigado a los mecanismos de control actual, que en cierta medida serían los afectados. Empezar a validar en la Blockchain ciertos documentos, para los cuales hoy existe un ente regulador y homologador suena raro porque «¿para que queremos cambiar las cosas como están?». Ahí se da la ruptura, cuando las entidades que asegurar que lo está escrito está bien escrito y guardado. No quiere decir que vayan a desaparecer, solamente van a tener que cambiar sus roles.
– ¿Algunos ejemplos claros y sencillos de aplicabilidad en los negocios o servicios?
A nivel gubernamental podemos ir desde la creación de un contrato inteligente que asevere tu identidad y tus participaciones ciudadanas (por ejemplo, el acto de haberte presentado en una votación). También los certificados de vacunación para chequearlos en fronteras donde se requieren entrar al país con la vacuna aplicada, y este proceso hoy es «llevar un papelito» en muchos casos. Por mencionar una más, puede tener gran aplicabilidad para controles entre diferentes empresas que agregan valor a un producto o están en una cadena de producción. Todos van registrando su paso en la cadena de producción en estos libros públicos, de esta manera se pueden auditar entre ellas de maneras más directas, y los contratos inteligentes que guardan esta información pueden accionar según como se vayan actualizando los datos en esa cadena de producción.
– ¿Qué estado de madurez tiene la Blockchain hoy?
Como lo he leído en varias partes ya, el estado del arte se asemeja a la internet en 1992. Difícil de entender y describir, no todos la usan, es complejo conectarse, no se sabe bien que pasa por debajo. Mismo también en 1992 muy pocos podían ver el verdadero potencial, porque en ese entonces bajarte una imagen de 1 mega era una bestialidad de datos.
Donde hoy estamos parados es en la puerta de la conversión de las redes como las conocemos. La descentralización, va a ir ganando terreno y va a replantear las cosas tal como las conocemos.