Realidad Virtual: promete una revolución en el modo de vender productos y servicios. Los profesionales de marketing siguen con interés su evolución. Pero será también una revolución en muchas industrias. Se la considera la gran oportunidad para la educación y capacitación.

​​​​​​​​Caminar entre elefantes, encontrarse frente a frente y mirarse a los ojos con un brontosaurio (¡vivo!), navegar en canoa por un río en Vietnam o flotar en el espacio y mirar nuestro planeta desde lejos. Vivir todas esas experiencias en tan solo tres minutos parece ciencia ficción, pero es Realidad Virtual (VR).

Con sus videos en alta definición, tridimensionales y en 360°, la realidad virtual logra apropiarse del sentido de la vista, y eso, unido a efectos de sonido envolvente, también nos gana el oído, y así nos lleva a experimentar realidades construidas.

Además se está trabajando para desarrollar contenidos de VR también para el sentido del olfato y el tacto, de manera que la experiencia del usuario será de inmersión total.

El desafío es imaginarse qué se puede hacer aprovechando esos contenidos en VR, qué negocios potenciar, a lo mejor hasta se podrán descubrir nuevos modos de vender o de educar. Los límites parecen casi inexistentes.

Sus avances

Ya hay avances en la región vinculados a la capacitación, con desarrollos de entornos para entrenar personal de seguridad privada. Aquí las pioneras han sido compañías como refinerías, reactores nucleares, portaviones, aeronáuticas, entre otras. El bajo costo de estos desarrollos también alentó a las organizaciones con una alta dispersión geográfica a llevar a cabo cursos de actualización y formación profesional sobre VR.

Su implementación

La realidad virtual ha sido implementada también en organizaciones que realizan mantenimientos complejos, como ocurre en la industria petroquímica, donde lo que está escrito en un manual no es suficiente para orientar a la persona al momento de reemplazar piezas delicadas, por ejemplo.

O en proyectos de real estate, con contenidos para vender desarrollos inmobiliarios antes de ser construidos, y que hoy se siguen comercializando con maquetas como hace 100 años.

En la industria del turismo, la empresa Almundo.com, por ejemplo, ofrece la posibilidad de “previsitar” destinos con cascos de VR antes de comprar un pasaje.

En el mundo académico, es la medicina la más desarrollada, con cirugías a corazón abierto totalmente filmadas para replicar en realidad virtual, un lujo para un estudiante que quiera sumar horas de quirófano.

Y las universidades y escuelas de negocios la utilizan para ofrecer cursos a distancia o actividades multipaís.

Esto recién comienza.

Samsung, una de las compañías que comercializa cascos de VR, anunció que lanzará pronto en la región cámaras 360°, “para que sean los usuarios los que puedan crear contenidos de realidad virtual”.

PRACTIA reunió en sus oficinas de Buenos Aires a 20 ejecutivos de diferentes empresas, para experimentar y debatir sobre los posibles alcances de la VR en industrias tan diversas como automotriz, salud, real state, energía, finanzas o telcos.