Estos sistemas permiten generar confianza y transparencia en el mercado, incrementar la productividad, hacer más fluido el análisis y el comercio de productos energéticos y mejorar la atracción hacia los inversores.
Para las empresas del sector energético, las palabras “riesgo” y “oportunidad” forman parte de prácticamente todas y cada una de sus operaciones cotidianas.
Entre los primeros, destacan la volatilidad de precios, la responsabilidad social y ambiental, las cambiantes regulaciones y la ciberseguridad, por citar apenas algunas. En cuanto a las segundas, la desregulación de mercados, la transición energética y el cambio de demanda hacia nuevas energías limpias o las estrategias para atraer el foco de inversores internacionales.
Como resultado de la sumatoria de todos estos factores ganan cada vez más importancia los ETRM (Energy Trade and Risk Management, gestión de riesgo y de comercio en el segmento de energía), a los que la consultora de mercado Gartner define como “sistemas integrados que permiten el intercambio de datos entre las áreas de planta, operaciones, crédito, contrato y contabilidad”.
Globalmente, el mercado rondó los US$1.390 millones en 2022 y tiende a crecer a un ritmo del 4,5% anual, para acomodarse en los US$1.980 millones en 2030, según datos de Introspective Research.
Otras funciones, cubre las estrategias y políticas integrales de gestión de riesgos, todas las actividades vinculadas al manejo de liquidaciones, crédito, transparencia de precios, monitoreo de mercado, operaciones, logística, compraventa, creación de informes fiscales y cumplimiento normativo.
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Riesgos, riesgos, riesgos
Los ambientales, los tributarios, los de compliance, los vinculados a la gestión de contratos, los de accidentes en planta, los cambios en los precios de los commodities por oferta y demanda global, eventos geopolíticos, fluctuaciones de mercado y hasta condiciones climáticas…
La cantidad de riesgos que enfrenta el sector energético es prácticamente incontable. Y el ETRM se consolida en este sentido como un “escudo protector”.
No se trata únicamente de situaciones conocidas y tradicionales. El informe Forrester Wave, por lo pronto, resalta la aparición de riesgos emergentes.
En este sentido, pone en relieve los ciberataques ya no tan solo como una amenaza que puede repercutir en las transacciones de energía, sino como un elemento capaz de afectar la estabilidad financiera y la continuidad operativa, el aseguramiento de la integridad de la cadena de suministro de energía y la protección de datos sensibles relacionados con el comercio.
Particularmente, Latinoamérica enfrenta un conjunto específico de riesgos propios de la región: escasez de suministro en países con infraestructuras eléctricas ineficientes o complejidad y variabilidad de la regulación entre diferentes países o incluso distintos territorios dentro de un mismo país son algunos de ellos.
Está claro: una estrategia de gestión de riesgos es clave para sobrevivir y continuar liderando en el futuro. Y el sistema ETRM es la llave que hace que eso sea posible: promueve una comprensión profunda, una adaptabilidad continua y una integración tecnológica que protege contra riesgos conocidos y cambios futuros
Una batería de oportunidades
Pero la gestión de riesgos es apenas una de las patas del ETRM: también es el aliado fundamental para gestionar el trading. El sistema está diseñado para gestionar desde la captura de datos de mercado hasta la liquidación de transacciones, incorporando aspectos financieros y operativos.
Así, posiciona a las empresas del sector para aprovechar oportunidades emergentes en un entorno comercial en constante evolución.
Por ejemplo, el mercado energético está en pleno crecimiento, con mayor demanda, transición a energías renovables e integración de mercados regionales.
En Latinoamérica en particular, los marcos regulatorios evolucionan y se adaptan a los cambios del mercado, lo que crea oportunidades para las empresas que pueden aprovechar las tecnologías innovadoras para cumplir con los requisitos.
En simultáneo, el sector experimenta una profunda transformación digital, con la incorporación de inteligencia artificial (IA) y analítica de datos, tecnologías con el potencial para revolucionar la gestión de operaciones y riesgos.
Además, como el ETRM proporciona información y análisis avanzados para tomar decisiones más informadas y estratégicas, permite evaluar nuevas oportunidades de negocio para identificar las más rentables, desarrollar nuevos productos y servicios acordes a las necesidades del mercado y hasta anticipar tendencias.
También es una herramienta clave para negociar contratos de energía en mercados internacionales, desarrollar nuevas relaciones comerciales con socios de otros países o expandirse a nuevas geografías.
La energía de los beneficios
Los beneficios que aporta un ETRM a las empresas del sector energético son numerosos. Algunos de ellos, como los mencionados en el apartado anterior, impactan de lleno en el negocio. Pero no se acaban allí.
Por ejemplo, el sistema ETRM permite, entre otras cosas, la automatización de procesos: se mitiga el riesgo inherente a la carga manual de datos, se evitan las duplicaciones, se minimizan las ineficiencias y se libera el tiempo de los recursos humanos para que puedan dedicarlo a tareas de mayor valor agregado.
Las mejoras operativas que promueven estos sistemas se cuentan la capacidad de optimizar las carteras de activos, disminuyendo los costos de mantenimiento y operación, de gestionar inventarios de manera más eficiente, bajando los costos de almacenamiento y transporte y de negociar contratos de energía de manera óptima, con mejores precios y condiciones.
Además, aporta visibilidad y transparencia, tanto en los procesos como en los reportes vinculados a la contabilidad y a las liquidaciones. Esto acelera la toma de decisiones y mejora los niveles de confianza, tanto al interior de la organización como de cara al exterior.
En pocas palabras: un mercado cada vez más dinámico, en el que los riesgos tradicionales se combinan con otros emergentes y en el que las oportunidades de negocios se multiplican y diversifican casi a diario, un sistema ETRM deja de ser una opción y se convierte en un factor de diferenciación clave para las empresas del sector que quieran avanzar hacia el éxito sostenible.
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