Las noticias de abril de 2020 parecían de ciencia ficción. Por primera vez en la historia, el barril de petróleo cotizaba en negativo. El COVID-19, todavía una novedad indescifrable, había detenido en términos literales el transporte en todo el mundo y el sector petrolero se asomaba a una crisis sin precedentes. En este contexto la innovación se hacía cada vez más necesaria.
Lejos de aquel panorama desolador, la industria se enfrenta no obstante a numerosos desafíos. Puntualmente, con los precios de referencia internacionales (WTI y Brent) fortalecidos y luego de un año y medio en que el foco estuvo puesto en la optimización de costos operativos, las empresas del sector pueden volver a concentrarse en el crecimiento.
Las nuevas tecnologías resultan aliadas clave en esta nueva etapa desde dos puntos de vista. Por un lado, para incrementar los márgenes de rentabilidad, por otro, para colaborar con las estrategias de extracción sustentable. Especialmente en un mundo en que tanto las regulaciones como los inversores y los propios consumidores exigen una mayor responsabilidad operativa.
En este contexto las operadoras vienen sosteniendo inversiones en áreas específicas como sistemas de sensorización e IIoT (internet industria de las cosas) para optimizar el ciclo de vida de sus activos y apuntalar la continuidad del negocio. También en soluciones operativas en tiempo real, conectividad y nube para alcanzar que cada yacimiento opere al máximo de su eficiencia.
Digitalización en Argentina
Puntualmente en la Argentina en los últimos tiempos las petroleras invirtieron en tres grandes segmentos. El primero, “iluminar” los yacimientos, punto crucial para que las operaciones cuenten con redes sólidas de conectividad de datos, que viabilicen la operación remota, el monitoreo en tiempo real y el aprovechamiento de la información que se genera en el campo.
El segundo, el de inteligencia artificial combinada con sensores. Esto, con el objetivo de capturar el dato en origen, procesarlo y analizarlo, para tomar mejores y más rápidas decisiones a partir de la información.
Con este bagaje de conocimiento, se convoca el juicio experto de los técnicos, ingenieros y tomadores de decisiones con datos en tiempo real, modelos predictivos y prescriptivos, sistemas de recomendación y alertas tempranas, que reduzcan los tiempos improductivos y mejoren los ratios de producción.
Decisiones ubicuas
El tercero, cloud based ubiquity, es la llave para analizar información y tomar decisiones en cualquier momento, desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo. Aparece además una cuarta tendencia emergente: la automatización robótica de procesos (RPA, robotic process automation) y process mining -en especial, combinada con el poder de la inteligencia artificial y machine learning– para llevar las eficiencias a un nuevo nivel.
La industria petrolera está en un punto de inflexión, con cambios en la demanda y una presión por sustentabilizar cada vez más las operaciones. Las nuevas tecnologías le aportan la energía para impulsarla hacia el futuro.
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