Entender a fondo el comportamiento de los procesos y, fundamentalmente, descubrir ineficiencias y desvíos para poder corregirlos a tiempo. De eso se trata la minería de procesos (o process mining).

Es un conjunto de herramientas para descubrir, monitorear y optimizar los procesos de negocio. Permite convertir los datos del sistema de una empresa en modelos precisos que permitan obtener conocimientos prácticos sobre dichos procesos.

Todo inicia en la fase de descubrimiento. Aquí los datos (logs de eventos) se extraen de los sistemas de información y se transforman para cargarlos en la plataforma de process mining. Luego se procesarán para descubrir y representar gráficamente el proceso.

En la segunda etapa, la de monitoreo, se sigue en detalle el proceso para conocer su desempeño y verificar que cumpla con su objetivo. Por último, viene el capítulo de optimización, en el cual se analiza para predecir el comportamiento esperado, el tiempo de espera y el costo y se identifica el mejor camino a seguir.

Minería de procesos para todos y para todo

Una de las cualidades de process mining es que sus beneficios no se restringen a una industria en particular, sino que aplica a múltiples sectores. Desde banca y servicios financieros hasta el sector público, pasando por manufactura, telcos, empresas de energía u organizaciones de consumo masivo.

Del mismo modo, los procesos que pueden abordarse suelen pertenecer a diferentes áreas. La administrativa (pagos, cobranzas, gestión de proveedores, inventarios), las de operaciones y logística (mantenimiento, distribución, field services) o las comerciales y de posventa (entrega de productos o servicios, soporte al cliente, reclamos), por citar algunas.

Profundidad y objetividad

En todos los casos, los hallazgos y los resultados que se obtienen están basados en los datos reales del comportamiento de los procesos y no en la opinión de las personas que los ejecutan (o de algunas de ellas). Esto significa que toda la información que se obtiene es profunda y objetiva y no está impactada por ningún tipo de sesgo.

Entre los beneficios que propone process mining se cuentan una mejor capacidad de toma de decisiones y una mayor transparencia en las operaciones de la organización, gracias a la visibilidad de punta a punta en todos los procesos.

También se identifican cuellos de botella y paso innecesarios, con lo que se gana en eficiencia y productividad. Así, se establece un punto de partida para las organizaciones que quieran avanzar sobre un proyecto de automatización, ya que los procesos, luego de la fase de optimización, son de mejor calidad para ese objetivo.

De hecho, se considera este concepto como una tecnología clave a la hora de encontrar oportunidades de digitalización e impulsar de esta manera la transformación digital de las empresas. No podía ser de otra manera: con el resultado de esta minería puede obtenerse oro para optimizar una organización.

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