El impacto de la pandemia en el mundo ha sido fenomenal y, especialmente en la igualdad de género su efecto ha sido altamente regresivo. Por tal motivo, ONU Mujeres estableció para este Día Internacional el tema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de Covid-19”. De esta manera busca reconocer los esfuerzos realizados por mujeres y niñas, a la vez, resaltar las desigualdades actuales.

Diversos estudios dan cuenta de esta situación. La consultora McKinsey en un estudio reciente estima que los trabajos de las mujeres son 1,8 veces más vulnerables a esta crisis que los de hombres. Además, a pesar de que las mujeres representan el 39% del empleo mundial, acumulan el 54% de la pérdida de puestos en estos meses.

La tendencia no es muy alentadora de cara al futuro: el 4,5% de los empleos de mujeres está en riesgo contra 3,8% de los hombres. Esto se explica, en parte, porque la mujer está muy sobre representada en algunas de las industrias más afectadas, como el comercio minorista y los servicios turísticos, donde en general desempeñan tareas de administración o de servicio.

Sumado a esto Devex  detectó, tras una encuesta, que las empresas latinoamericanas propiedad de mujeres sufrieron 39% de cierres, contra 29% de las lideradas por hombres. A esto se suma que las dificultades para acceder a créditos bancarios también parecen ser una cuestión de género.

La igualdad empieza por casa

El COVID-19 también agrandó viejas diferencias. El cuidado de los hijos y las tareas no remuneradas en el hogar aumentó de manera mucho más notable entre las mujeres que entre los varones. Hoy ellas completan un promedio del 75% del trabajo de cuidado no remunerado total del mundo, como el cuidado de niños y ancianos, la cocina y la limpieza.

Por otra parte, la Organización Internacional del Trabajo detectó que mientras apenas el 1,9% de las mujeres que tiene un trabajo fijo no se ocupa de las tareas de la familia y el hogar en absoluto, esa cifra asciende al 8,9% entre los hombres.

La tecnología como pieza de la equidad

La tecnología ha demostrado ser una aliada importante en esta cruzada en pos de la igualdad. El teletrabajo podría ser una excelente alternativa para las mujeres, que pueden beneficiarse de la flexibilidad de este modelo para lograr un mayor equilibrio entre la vida laboral, personal y familiar. Para ello, sin embargo, es clave lograr antes una distribución más igualitaria de las tareas del hogar entre hombres y mujeres. Todavía hay mucho trabajo por hacer.

Las nuevas herramientas de gestión de recursos humanos basadas en inteligencia artificial tienen la habilidad de garantizar reclutamiento basado únicamente en talento, eliminando así cualquier tipo de sesgo o prejuicio, lo que expandiría la igualdad de oportunidades no solo entre género sino en otras minorías.

En Practia creemos también que las nuevas modalidades de trabajo y gestión de equipos requieren de habilidades históricamente consideradas como femeninas (empatía, escucha, organización de las tareas). Esto no deja de ser una oportunidad para desarrollar un liderazgo femenino que trascienda el género.

Por un futuro igualitario para toda la sociedad

El momento para crear nuevas estructuras que sean más igualitarias es éste. La propia McKinsey asegura que, si se toman medidas hoy que promuevan la igualdad de género, el PBI mundial crecería US$13 billones para 2030, en comparación de una caída de US$1 billón en un escenario regresivo.

El mensaje es contundente: cuanto más rápido actuemos y mayor compromiso social asumamos para lograr este cambio cultural,   mayores serán los beneficios para la sociedad en su conjunto. Como señaló ONU Mujeres, seamos “la Generación Igualdad en marcha”.

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