La oportunidad de acceder al mejor talento sin barreras geográficas. La opción de mejorar el atractivo como marca empleadora entregando la alternativa que mejor se adecúa a cada persona. La flexibilidad para garantizar que los proyectos avancen más allá de los contextos. Los beneficios de los modelos de trabajo híbrido son numerosos y, por esa razón, comienzan a imponerse.
Es que el modelo híbrido plantea soluciones para todos. ¿Por qué volver forzadamente a la oficina cuando muchos colaboradores encontraron los caminos para ser más productivos o mejorar el balance entre lo personal y lo profesional trabajando desde casa? ¿Por qué quedarse obligatoriamente en remoto si el ambiente de trabajo compartido ayuda a concentrarse o a inspirarse por el contacto con los colegas?
El portal de investigación de mercado Gitnux detectó el año pasado un salto exponencial: entre febrero y mayo el número de trabajadores híbridos a nivel global habría crecido del 13% al 24%. La tendencia es significativa: el 63% de las organizaciones de alto crecimiento ya adoptaron este modelo laboral y solo en Estados Unidos el 74% del total de las empresas están aplicándolo o planean hacerlo en el corto plazo.
Con el corazón en la nube
Con todas sus ventajas, el trabajo híbrido plantea también numerosos desafíos de gestión. En este punto, las nuevas tecnologías resultan aliadas clave para maximizar la productividad, garantizar el bienestar de los colaboradores y mantener alineadas a las personas con el propósito corporativo.
En la base de todo se encuentran las soluciones de nube: son las que dan acceso seguro, eficiente y oportuno para que todos los colaboradores, estén donde estén, sea el momento que sea y sin importar qué dispositivo utilizan, puedan utilizar los datos y las aplicaciones. El modelo edge computing aporta una nueva revolución: lleva el procesamiento de datos allí mismo donde se producen y consumen, de forma tal que no necesiten “viajar” ida y vuelta hacia un centro de datos.
Esto reduce la latencia a valores casi nulos y aseguran al trabajador una velocidad de respuesta inmediata, aún con aplicaciones muy intensivas en datos, como pueden ser las de realidad virtual, la captura de datos de múltiples sensores de internet de las cosas o cálculos muy complejos de inteligencia artificial, por citar algunos ejemplos.
La mejora continua
Por otra parte, el elemento híbrido requiere de ámbitos en donde los empleados que se dirigen a la oficina y los que trabajan de manera remota puedan reunirse. En ese sentido, opciones como el metaverso o la realidad virtual y aumentada permiten crear estos espacios de colaboración y trabajo en equipo.
También es importante apelar a herramientas basadas en inteligencia artificial que puedan aportar a los líderes una serie de indicadores: desde productividad hasta engagement y desde bienestar hasta horarios en que cada persona estuvo conectada. De esta manera, se evitan los sesgos culturales que puedan producirse por el cambio de modelo y se habilitan procesos de mejora continua.
Todas las tendencias coinciden en que el mundo del trabajo está virando hacia modelos híbridos. Y las nuevas tecnologías son el vehículo ideal para que las empresas puedan emprender este viaje hacia el futuro.
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