Nacido al calor y al auge del Bitcoin, blockchain está demostrando su amplio potencial a la hora de brindar garantías a las múltiples partes de una misma operación. Éste se extiende mucho más allá de sostener la transparencia de las transacciones con criptomonedas. O de garantizar que no se puedan “falsificar”.

Prácticamente no hay industria que quede fuera de su alcance. Incluso se espera que las cadenas de bloques incorporen herramientas de validación combinadas con inteligencia artificial. De esta forma se podría asegurar que cada dato ingresado en una red sea correcto.

Así, se eliminará uno de los problemas históricos en términos de calidad de datos: las cargas manuales. Éstas siempre han sido propensas a errores, tanto honestos como aquellos que se producen adrede para generar algún tipo de fraude.

Barreras para el desarrollo de blockchain

Más allá de los enormes beneficios que se vislumbran en el horizonte, el recorrido recién inicia y los desafíos que quedan por delante se multiplican. A los problemas de exceso de consumo energético descriptos en el artículo anterior , se suma que la tecnología necesita una mayor interoperabilidad y niveles de adopción más amplios fuera del círculo cerrado de las monedas virtuales.

El incremento en el número de redes de cadenas de bloques, y en la cantidad de usuarios en cada una de ellas, vuelve esencial el hecho de que todas ellas estén interconectadas y sean interoperables. Las tecnologías y los protocolos deberían converger en un modelo de gobernanza común.

Otra de las barreras que enfrenta blockchain de cara al futuro es cultural. La esencia de su propuesta vuelve inservibles a los intermediarios. En la esfera pública, impactaría en la burocracia y su enorme cantidad de personal. Por ejemplo, en un registro automotor, la información quedaría trazable y transparente para cada titular de vehículo y podría consultarse con total libertad y certeza ante cada operación de compraventa. Este es un ejemplo mínimo del poder disruptivo de esta tecnología.

Un poder que abarca también al sector privado. Incluso la propia existencia de los bancos podría tambalear ante una masificación en la adopción de blockchain. El debate recién comienza. ¿Acaso los desarrolladores enfrentarían la misma responsabilidad que tienen en sus manos hoy los bancos?

En resumen, los sesgos regulatorios y el poder de los incumbentes en las diferentes industrias en las que el blockchain podría generar algún tipo de disrupción seguramente actuarán como frenos de hecho para la tecnología, demorando su adopción.

El futuro en cadena

De todas formas, si algo nos enseñó la pandemia, es que cuando la innovación necesita acelerarse por una cuestión de supervivencia, lo hace saltándose todos los obstáculos culturales y artificiales que se hubieran generado.

El blockchain se encamina hacia su propio futuro y promete mejorar el nuestro brindando niveles inéditos de eficiencia, transparencia y tranquilidad en las transacciones. ¿Cuál es tu opinión respecto de cómo impactarán las redes de cadena de bloques en nuestra cotidianidad? Nos gustaría escucharte en nuestro Twitter.